
Dicen que las modas siempre regresan. El estilo retro/vintage es una clara demostración de lo dicho, ya que retoma los diseños de hace algunas décadas y se inspira en ellos para crear composiciones nuevas. Esta tendencia se mira en el espejo de los años 50, 60 y 70, pero también en los ejemplos surgidos a comienzos del siglo XX. El retro “es la vuelta al gusto por el diseño cuidado y vanguardista en objetos de uso cotidiano producidos industrialmente“. Así pues, para definir los productos que conformarían esta clase de ambientes hay que hacer una especie de viaje en el tiempo.
Para situar de forma más concreta el concepto retro, hay que acudir a capitales como Londres, Nueva York o París, y situarnos en la época en la que lo vintage se retoma. En este sentido, son muchos los que equiparan los términos vintage y retro, pero existe una clara diferenciación: “retro representa una vuelta al diseño de épocas pasadas, mientras que vintage es precisamente ese objeto original al que el estilo retro pretende emular“.
La polémica en cuanto a los colores que definen lo retro también es común. Dado que comprende varias décadas, los tonos que conforman el espacio estético van variando. En los años 50 se mueve en tonalidades suaves de verdes, amarillos o azules y contrastadas como rojos y negros, amarillos y negros o negros y blancos, en los años 70 los colores son más chillones y vibrantes como el naranja butano o el verde césped.