El escritorio de todas las versiones Windows es una bendición. Sin embargo, muchas veces se nos llena rápidamente de Iconos, archivos y accesos directos dificultándonos el trabajo cotidiano.
No obstante, existe un pequeño truco con el que podremos ocultar todos los iconos del escritorio solo dejando a la vista la barra de Inicio. Esto no quiere decir que todo lo que estaba en el escritorio se haya borrado sino que simplemente ha quedado oculto.
Para realizar esto de una forma fácil y rápida sólo tenemos que hacer clic con el botón derecho del ratón en el escritorio, ir a Organizar iconos y allí desmarcar la opción Mostrar iconos del escritorio. Esto nos entrega un escritorio completamente vacío y es muy útil para ocultar archivos que no queramos mostrar en determinado momento.